El diputado nacional de Frente Renovador, Facundo Moyano, afirmó que el primer año del gobierno nacional fue "negativo" y cuestionó la pasividad de las centrales obreras. También criticó la detención de Milagro Sala y aseguró que después del 2017 el peronismo "se va a reordenar" con Sergio Massa como líder.
Por Pablo Falcone
Twitter: @pmfalcone
Es martes a las cinco de la tarde. Facundo Moyano recibe a LA CAPITAL en renovado hotel del Sindicato Unico de Trabajadores de los Peajes y Afines (Sutpa), ubicado en el corazón de La Perla. Está expectante. Apenas termine la entrevista saldrá para el club Alvarado a presentar al nuevo entrenador Gustavo Noto. “Sería bueno terminar este sueño con un ascenso”, dice entusiasmado antes de empezar la nota. Sólo unas horas después, otra vez la violencia barrabrava pondrá el nombre de Alvarado en los medios de todo el país.
Antes de eso, el diputado nacional del Frente Renovador se mostró preocupado por la situación del país. “El primer año tuvo malos resultados”, dice sobre el gobierno de Macri. Y fue autocrítico con la CGT que integra: “En la pelea por el salario y ganancias tendría que haber tenido una postura más dura”.
-¿Qué puntaje tuvo el primer año del gobierno de Macri?
-No sé si podría calificar con puntaje porque el número es algo que limita el análisis. Hay que analizar y después llegar a una conclusión. Y esa conclusión es que fue un año negativo para los argentinos y para la Argentina. Fundamentalmente fue negativo porque las decisiones políticas y económicas del gobierno terminaron en malos resultados. Problemas que criticaba el oficialismo actual cuando era oposición como la inflación, el déficit, el trabajo precario y el desempleo ahora se han profundizado. Además, aumentó el déficit y en sólo dos años se endeudó al país. Y digo dos años porque ya está establecido en el presupuesto la deuda que se tomará en el 2017.
– No siempre tomar deuda es negativo. ¿En este caso te parece que lo fue?
– Se ha aumentado la deuda de una manera importante pero no para solucionar los problemas que tiene la Argentina. Esperemos que este año con las expectativas que se tienen, fundamentalmente desde el gobierno, cambie la situación y finalmente puedan venir las inversiones que tanto se esperaron.
– En líneas generales, ¿cómo fueron esas medidas?
-El gobierno tomó medidas en base a las esperanzas o a las expectativas que tenía y creo que no se puede supeditar una gestión a la esperanza. Hay que gobernar a partir de la realidad. El gobierno fue corriendo el arco. Creo que fue por improvisación y por falta de experiencia.
– Todas esas enumeraciones sobre los problemas de la Argentina en el gobierno tienen como respuesta que en gran parte se deben a la “pesada herencia”. ¿Cuánto hay de mito y cuánto de realidad en ese argumento?
– Nosotros no desconocemos que había problemas que venían desde la gestión anterior. Ahora la verdad es que hoy quienes tienen la mayor responsabilidad para solucionar esos problemas son los que tienen la posibilidad de gobierno y las herramientas institucionales para corregir los rumbos de la economía. Cuando medios internacionales como la BBC y el New York Times analizan la situación de la Argentina no hablan de la pesada herencia, hablan de los indicadores económicos y sociales que tiene hoy la Argentina. Los argentinos no quieren discutir el pasado, los argentinos quieren mirar para adelante.
– ¿El macrismo utiliza un discurso similar al kirchnerismo?
– Si el gobierno se sigue refugiando en un discurso de buscar culpables caemos en la misma lógica que la del gobierno anterior que hablaba de una situación que existió en el 2001. Siempre que se apelaba a los votos se decía que no querían volver a esa situación. Ahora no podemos caer en lo mismo. Si el oficialismo actual antes criticaba esa posición ahora no puede caer en lo mismo. Va a haber un momento en que el gobierno tendrá que dejar de hablar de la herencia. Aparte cuando se hicieron cargo del gobierno con el equipo económico sabían cuál era el estado de las cuentas de la Argentina. Me parece que el gobierno debería asumir la responsabilidad que le otorgó el pueblo argentino a través del voto y empezar a gobernar y solucionar los problemas.
– ¿Crees que el gobierno va a lograr mantener en el 2017 la inflación entre el 17 y el 20% como se puso de meta?
– Es muy difícil. Me gustaría tener el optimismo que tiene el gobierno. No se puede gobernar sin optimismo pero tampoco se puede ser tan inocente. Creer que en un año electoral, donde el gobierno va a tener que ser más benévolo con ciertas medidas, es muy difícil creer que la inflación va a estar entre un 17 o el 20%. Creo que será muy superior a ese porcentaje.
– Describís una situación muy mala del país, pero la CGT de la que formás parte fue acusada de ser muy tibia con el gobierno. ¿Cómo evalúas la actuación del gremialismo en el inicio de la etapa macrista?
-Tengo que ser autocrítico. Soy parte de la Confederación General del Trabajo y la verdad es que me hubiera gustado una actitud más dura. No digo de confrontación porque la Argentina no necesita en eso este periodo, más teniendo en cuenta que es un gobierno que asumió hace poco tiempo y no se podían poner obstáculos a decisiones que debían tomarse. Pero con ciertas cuestiones como la pelea por el salario, la cuestión de ganancias, la inflación que dejó el salario retrasado en por lo menos 8 o 10 puntos, la CGT debería haber tenido una postura más dura por lo menos en términos de reclamos.
– ¿La posición fue tibia?
– Se debería haber dejado sentada una posición un poco más fuerte frente a una realidad totalmente adversa para los trabajadores. El 2016 fue el peor año en los últimos doce años para los trabajadores argentinos. Ante esa situación de caía de la actividad, el cierre de pymes por las políticas de importación del gobierno, parece que esa realidad ameritaba una postura más dura.
El Frente Renovador y el PJ
– Alberto Fernández fue a visitarla y Graciela Camaño se mostró a favor de su detención. ¿Cómo te posicionás en caso Milagro Salas?
-En principio, el tema de Milagros Sala está teñido de política. Generalmente cuando hay casos que la Justicia tiene que determinar responsabilidades, siempre digo que la política no debe meterse ni incidir con opiniones ni con valoraciones respecto al procedimiento judicial. Ahora cuando desde el propio gobierno de Jujuy hablan de que van a ser consulta popular o cuando Gerardo Morales dice que “no la vamos a soltar” indudablemente el tema está teñido de política.
– ¿Debe estar en libertad mientras sigue el proceso en su contra o presa?
– Se han expedido organismos internacionales y han dicho que Milagro Sala tiene que estar en libertad. Antes del proceso, no había razón jurídica como para Milagro Sala esté presa. Esto no quiere decir que no crea que hubo corrupción, pero en todo caso deberá determinarlo la justicia. Opino con la mayor objetividad posible más allá que tengo una opinión política al tema de Milagro Sala y como se manejó políticamente la provincia de Jujuy durante el kirchnerismo.
– ¿Generó inconvenientes internos en el Frente Renovador las distintas posturas sobre Milagro Sala?
– A mí nadie me dijo “esta es la postura que tenemos nosotros con el tema Milagro Sala”. Cada dirigente se manifiesta a partir de lo que piensa y lo que cree.
– El Frente Renovador recibe críticas del gobierno y la oposición. Para el kirchnerismo cuestionan en público, pero son funcionales al macrismo ¿Cómo están posicionados?
– El kirchnerismo no sé qué autoridad tienen para decir que nosotros sacamos las leyes. Hay que decir que las leyes también salen porque el kirchnerismo también quiere. Entonces ese argumento se cae y es una especulación política por parte de un kirchnerismo radicalizado que quiere especular políticamente con que son la única oposición. La verdad que nosotros hemos mostrado lo que la sociedad quería de nosotros que es que nos constituyamos como una oposición responsable.
– Por el otro lado, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, lo tildó de irresponsable a Sergio Massa.
– Esas declaraciones fueron totalmente irresponsables. Jugaron mal a la política. Nosotros lo único que hicimos cumplir con una de las cuestiones que habíamos prometido en nuestra campaña y que también Macri había prometido en su campaña que es el impuesto a las ganancias. El actual oficialismo no estaba dispuesto a tratarlo para hacerlo en el 2017 justamente para que esté condicionada la discusión con tema electoral y de las paritarias. Entonces nosotros salimos a imponer la agenda política. Y eso fue los que le molestó tanto: perder la iniciativa política.
– Más allá de los resultados, ¿después del 2017 habrá unidad del peronismo?
– El peronismo se va a ordenar. Se está dando un proceso de reconfiguración donde seguramente después de las elecciones de este año va a surgir un nuevo liderazgo que yo creo que va a ser el de Sergio Massa, que tiene todas las condiciones como para sintetizar al peronismo, un peronismo que está esperando que surja este liderazgo y que la oposición se encolumne detrás de alguien que tenga la capacidad de plantear una alternativa diferente y a futuro.